Escrito en la ventanilla

V:-“¿No es curioso cómo la vida deviene en melodrama? Lo es todo, la perfecta entrada, la gran ilusión, lo es todo, y voy a armar un buen espectáculo. Verás, han olvidado el drama, abandonaron sus textos, cuando el mundo se marchitó bajo las candilejas nucleares. Voy a recordárselo. El melodrama. Los folletines y los seriales. Verás, el mundo entero es un escenario y todo lo demás... es vodevil”

03 abril 2006

Desaparezca aquí

Me acuerdo cuando salió el programa televisivo Gran hermano. La versión española fue la primera que llegó al Río de la Plata y aunque no teníamos el vértigo del programa en vivo y en directo, lo mirábamos intrigados para ver de qué se trataba este raro proyecto que incluía debates y gente encerrada dentro de una enorme pecera por quien sabe cuanto tiempo. Como casi siempre ocurre con todo aquello que genera una pizca de polémica y otra de intriga o curiosidad a nivel mundial, otros programas de tele, internet, publicaciones en papel, etc, intentaron explicar cómo había surgido el proyecto y en qué se inspiraba un producto de tal magnitud.
Es ahí, como de refilón, en donde vuelve a la palestra el escritor George Orwell, quien a fines de la década del 40 había plasmado en las páginas de un libro la visión futurista de el año 1984. Seguramente con el auge del Gran Hermano (el programa de tv) el libro debe haber vuelto a los escaparates de las librerías, justo ahí entre Bin Laden y gente como Osho. Se debe haber vendido en grandes cantidades para luego ser depositado en las distintas bibliotecas particulares a juntar tierra y a simbolizar una época en la que había pasado algo grande en la tv. Simplemente eso.
Ayer terminé de leer "1984". Con el auge del Gran Hermano no lo había querido leer. Es que me negaba con cierta convicción a leer libros de la calaña que acabo de nombrar y el de Orwell pues, era parte de esa especie. Una vez que empecé a avanzar en la cantidad de páginas la idea del programa televisivo se fue esfumando de mi memoria hasta desvanecerse casi por completo. El "casi" sobrevive porque de todos modos había un paralelismo inevitable de trazar entre el show y la historia contada por Orwell. El tópico planteado simplemente es siniestro. Sin embargo es demasiado simplista la concepción metafórica de un ojo que todo lo ve.
Orwell plantea un mundo en el que el totalitarismo es devorado por si mismo y vomitado por una gran boca hambrienta de poder. El poder será en esta concepción el único fin del Partido dominante. En el universo planteado por el autor, no existe ningún tipo de libertad individual (especialmente la de pensamiento) los derechos sociales ni siquiera son parte del pasado, porque en este mundo el pasado no existe. El sistema ejerce su coerción de la siguiente manera: allí donde haya un individuo habrá una tele pantalla que lo controle. Si la tele pantalla advierte que el individuo tiene un cambio de comportamiento distinto al impuesto por el partido (cambio de comportamiento incluye actitudes sospechosas, gestos o tics nerviosos) la persona será "evaporada", es decir desaparecerá sin dejar ningún tipo de rastro de su existencia. Esa evaporación incluye tiro en la nuca, previa tortura.
El protagonista de la historia, Winston, trabaja en el "Ministerio de la memoria". Es un empleado de archivos encargado de seleccionar material con contenido histórico noticioso y arrojarlo a un incinerador con el fin de no dejar ningún tipo de rastro sobre el pasado. Porque el partido, demás está decir, maneja los hilos del devenir a imagen y semejanza de sus ansias de poder. Este protagonista tiene ciertas similitudes con el personaje Neo de Matrix, película posmoderna que sin dudas toma elementos de "1984". Winston y Neo aparecen en ambas historias como los elegidos, ya que ambos son capaces de adquirir un grado de conciencia en universos que aparecen como la única verdad posible. En "1984" quien obedece al partido se entrega a él, no reconociendo como legítima otra posibilidad que no sea planteada por el Gran Hermano. Winston, al contrario de toda la sociedad tiene algo propio: su mente, porque para él, en oposición al partido, sí hay una diferencia entre actuar y pensar. Winston ha aprendido a dominar su carácter, sus gestos, su forma de hablar y lo hace sólo cuando es necesario y a favor del partido, pero sabe muy dentro de su mente, que esa no es la única realidad que ha existido en el mundo. Trabaja en el Ministerio de la memoria y, paradójicamente necesita desesperadamente conocer el pasado, pasado que se le escapa de las manos como los cientos de papeles que arroja día a día por el incinerador.
Rompiendo las reglas que el miedo le impone, Winston adquiere un cuaderno y una lapicera, objetos que si eran encontrados en posesión de algún individuo éste sería gravemente penado, probablemente evaporado. El mayor temor del protagonista es la paranoia que le provoca saberse carnada de la policía del pensamiento, porque sabe que él piensa y en este sitio pensar es un delito.
¿Cómo controlar el pensamiento de los hombres sino se empieza primero por el lenguaje? El partido tiene ese aspecto previsto y en el año 1984 va por la décima edición del diccionario de la Neohabla. Ésta básicamente es reduccionismo en estado puro. Economía de palabras es economía de pensamiento. Todo lo escrito hasta el momento será re escrito en la Neohabla incluyendo a la literatura que sólo se conocerá por nuevas traducciones y, según el partido, las obras no sólo serán distintas al original sino que serán el polo opuesto de ellas mismas. La Neohabla implica en este caso, abolir las ambigüedades del lenguaje, no dar lugar a dudas, desterrar todo discurso autorreflexivo. No es raro que dentro de este contexto la literatura sea el primer enemigo a eliminar. El lenguaje connotado implica ideología, y si hay algo peligroso en el contexto de 1984 son las ideas y más si están organizadas. El lenguaje literario tiene carácter sugerente, la metáfora es aliada del pensamiento, del descubrimiento de nuevas relaciones en el mundo, por lo tanto será potencial enemiga de la doctrina partidaria. Winston lo sabe, por eso escribe

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